miércoles, 16 de marzo de 2016

Me encantaría entenderte, dejar de estar tan perdida.

Abrir tu corazón y ver todo lo que hay dentro de él, lo que tu no eres capaz de expresar. Que me digas sin medo lo que piensas, lo que sientes, sin pensar en el resto, solo pensando en ti y en mi por el resto de los restos.

Quiero no ser la idiota que poco a poco se vuelve loca por ti.

Saber si me echaras de menos, si pensaras de mi, la décima parte de lo que pienso yo en ti.

Saber lo que pasa por tu cabeza de una vez por todas, y así ser una poquito más feliz.

Un día


Un día me ahogue en las preguntas y naufrague en un mar de dudas.

Un día, hace tiempo, me enseñe que hay personas a las que jamas podre olvidar. Que hay recuerdos que jamas podre borrar.

Un día alguien me dijo que el dolor es opcional, pero que el sufrimiento es inevitable.

Ese mismo día, me di cuenta de que no tienes ni idea de nada, de mi...de ti...de nada, porque no sabes lo que es luchar, ni lo que he luchado por ti.
Por ti he dejado cosas muy queridas a lo largo de mi camino.
Y jamas has tenido en cuenta ni una de mis palabras.

Siento decirte que no le echaste ni una mirada a la niña que poco a poco ibas enamorando.









miércoles, 10 de febrero de 2016

Quiero estar contigo, pero a la vez sin ti.

5 de Noviembre de 2015 

Aunque tú no lo sepas, miro todas tus fotos antes de irme a dormir,
Y nunca he sido capaz de querer a alguien tanto como lo he hecho contigo.

He tenido siempre esta enfermedad de no saber querer, pero tú fuiste mi cura, mi mayor medicina.

Eres la medicina que me dejo hecha mierda por dentro, y ahora no sé cómo curar estas heridas de guerra.
Y lo peor es que mi boca ya no sabe cómo besar.

Mi pecho late demasiado deprisa cuando temo encontrarte por alguna rotonda haciendo una bonita curva de las tuyas.

Mis amigas me dicen que prefiero vivir a la deriva antes de agarrarme al timón, pero lo que ellas no entienden es que yo no quiero timón, si no es con tu chaleco salvavidas agarrándome por la espalda.

Me resulta ridículo escribir por ti, pero tengo todos tus susurros detrás de mis odios.

A veces tengo miedo, yo que cruzo sin mirar y vivo sin sentido, tengo miedo de no saber cómo olvidarte, de que no entiendas mi lenguaje, miedo de que todavía tengas  miedo de elegir entre la mariposa y la oruga.

Que la nostalgia es solo una puta que ya me tiene dicho que no compita con ella.

Tengo miedo a olvidarme de ti, y no saber querer como lo he hecho contigo.

Tengo miedo de que no encuentre más medicinas para esta maldita enfermedad, de no saber querer.

Que poco a poco todos nuestros recuerdos se van quedando en el desván, y el día que nos conocimos ya ha cogido demasiado polvo.

Tengo miedo de que todo esto sea cierto y que cualquier noche te olvides de quien soy yo.

Pero pese al miedo, sigo queriendo. Porque sinceramente no me imagino un futuro sin ti. 

Quiero estar contigo, pero a la vez sin ti. Porque qué somos nosotros más que un ni contigo ni sin ti.

Quiero que sigas teniendo celos cuando ves que me fijo en otro o que otro se fija en mí.

Quiero que me sigas recogiendo en la puerta de mi casa, aunque ya no haga falta, pero es tradición.

Quiero que vengas a la puerta de la biblioteca con dos cervezas y me alegres la tarde, el estudio, y para que mentirte la vida.

Quiero que la gente siga sin entender la química o quizá la física que hay entre nosotros, que no sepan lo que dicen nuestras miradas y que sigan sin saber que nos sabemos leer la mente. 

Quiero seguir preguntándome a mí misma que es lo que estoy haciendo, pero que, en el momento que te miro a los ojos se me quitan todas las dudas.

Quiero seguir teniendo miedo, pero siempre a tu lado. Quiero que sigas siendo la carreta con curvas de mi vida, con la única que soy capaz de marearme.


Pero no puedo dejar de tener miedo de perderte. 

Angel de la guarda.

Siempre me han dicho, lo fuerte que soy, lo fuerte que la vida me ha obligado a ser, me lo han dicho tantas veces que al final me lo termine creyendo.

Diría que las malas noticias inesperadas son los golpes más fuertes que la vida te puede dar.

Eso de "lo primero para superarlo es afrontarlo". ¿Así? ¿Tan fácil? De puta madre, afrontado y superado.
No.
No es tan fácil, ojala. Pero eso de que la vida tiene buenas y malas rachas, es cierto, pero desgraciadamente siempre nos marcan más las malas que las buenas.

Cuando estas mal, pasando por uno de esos baches que te da la vida, en el que realmente no sabes cuando vas a ver la luz al final del túnel, te encuentras con dos tipos de personas; las personas que te intentan ayudar dándote algún tipo de consejo, y sobre todo apoyándote incondicionalmente, y luego las personas que se creen los reyes de mambo, profesionales de la vida, y que como no, han vivido todo tipo de circunstancias, esas no te dan consejos, esas se limitan a decirte exactamente todo lo que te pasa, lo que sientes y lo que piensas.

Eso de " Yo he pasado por lo mismo", pero que cojones vas a pasar tu por lo mismo gilipollas, para empezar cada persona es un mundo y dudo mucho que tu y yo pertenezcamos al mismo, subnormal.

Pongamos que mi vida es un coche. Un coche es un coche, aquí y en Roma, pero un coche cambia mucho cuando lo ves desde fuera que cuando lo ves desde dentro; pues para mi esta historia es igual. No me valen los consejos, diciéndome lo que tengo que hacer, cuando estas viendo mi coche desde fuera, y ni puedes ni vas a poder verlo desde dentro porque no tienes las putas llaves.

¿De verdad? ¿De verdad me están diciendo que lo tengo que asumir? Que lo tengo que afrontar, blah, blah, blah...

A ver, estoy triste, lo que no significa que sea gilipollas.
Claro que se que tengo que asumirlo, que tengo que vivir con eso, pero no es fácil, no tengo un botón en la cabeza que me hace asumir algo tan duro. Pero no se, veo que hay gente que parece ser que lo tiene, suerte la vuestra craks.

Claro que voy a estar mal, no estamos hablando del compañero del colegio con el que nado todos los domingos, hablamos de la persona más importante de mi vida, de la persona, que me ha hecho la vida un poquito más fácil, y que aunque mi madre no estuviese, él me hacia entender que mi madre era mi ángel de la guarda, y que siempre va a ser una pequeña parte de mi.
Hablamos de la persona que se ha tragado mucho, por hacerme un poco más feliz; de la persona que me ha enseñado lo que es querer, y lo que es la palabra familia, y de la persona que no ha permitido que caiga una sola lagrima de mis mejillas cuando él estaba delante, pero sobre todo de la persona que me ha dado el amor y el cariño que no he recibido por otras partes.

No me habléis de autoestima, de emociones, de saber quererme más a mi misma, porque no se trata de eso, se trata de angustia, de tristeza, de miedo a que ya no este, y de vació, un vació inmenso, por no saber  vivir sin él, por no tener mi punto de apoyo, mi sonrisa eterna y mi te quiero más sincero.

Yo se que todo tiene que ver, que igual que él, es mi ángel de la guarda, también tengo al pequeño ogro, por no llamarle demonio, que en el fondo  me afecta de poco en poco, pero no son emociones, no es enfermedad, no es no saber afrontarlo, es tristeza, es recordar, es pensar que si mi madre estuviera aquí estaría igual de echa mierda que yo, y no soltaría mi mano ni una milésima de segundo, y no es esto, es todo, es un conjunto de cosas que se han juntado y derrepente pum, explotan en forma de ansiedad, por intentar ser tan fuerte y no querer llorar.

Y asi, escuchando consejos de apoyo, consejos de los profesionales de la vida, y entre abrazos, lagrimas y ataques de yo que se que, he estado las ultimas 48 h, sin saber que hacer, ni que pensar, ni como mejorar.

Hasta que le he dado la vuelta a la tortilla, y he pensando en quedarme con las buenas rachas que me ha dado la vida, he pensado en ella, en mi ángel de la guardia, y he decidido sonreír más fuerte que nunca, y empezar a valorar más lo que tengo y menos lo que me falta, que puede que juntando piezas, sea más feliz con todo lo que me falta que mucha gente que lo tiene y no lo es.
Se que no se pueden afrontar las cosas de la noche  a la mañana, pero no trato de afrontarlo, trato de quererme, de saber reaccionar ante los problemas, de pararle los pies a los hijos de puta, que te voy a decir, trato de ser un poquito más feliz, que ya va siendo hora, de preocuparme un poquito más por quererme a mi.

Y no solo tengo el apoyo de los que me quieren y los que me rodean, tengo el apoyo de mis ángeles de la guarda, lo más importante de mi vida, que aunque ella no este, yo, se que esta.

Cambios de opinión.

Jueves 21 de Enero de 2016

Daría lo que fuera por volver a noviembre de 2015,
por tenerte a mi lado y que todo vuelva a ser como era entonces.
Desgraciadamente no es así, no se puede vivir del pasado, lo pasado pasado está y hay que tirar pa' lante.
Quizá lo que más me duele es que no puedas ver como evoluciono, que no puedas ver como tu pequeña  se hace "mayor" y es que solo el pensar que te has ido, que ya no estas, me hace estancarme en el pasado, en tu sonrisa, en tu voz y en tu olor, ese olor... Jamás se me olvidara.
Pero es que yo ya no se si eres tu, o soy yo.  Desde que ha pasado el tiempo ya no se ni quien soy, ni quien eres tú.
¿Es triste no?
Haber compartido tanto con una persona y luego no ser capaz ni de mirarla a la cara cuando la ves en algún rincón de la universidad.  Ni de saber como esta, como le va la vida. Ni pronunciar su nombre sin sentir esa nostalgia, añoranza y para que mentirnos tristeza.
Es triste mirar atrás, ver los buenos recuerdos, y no ser capaz de recordar los malos, culparme de no haberlo intentado de verdad, o quizás de no haberlo intentado una vez más aunque fuera a nuestra manera, porque total que más da 1000 que 1001.
Supongo que escribo esto pensando que tu también te preguntas las mismas cosas, te reprochas las mismas cosas.
Tengo que reconocer que te echo de menos, no te imaginas cuanto. Me ha costado desacostumbrarme a ti, en el 90% de los aspectos de mi vida pero ha dia de hoy puedo decir que poco a poco lo voy consiguiendo.
Ahora ya no te necesito, ya no necesito tus consejos, tus broncas, nuestros enfados.... y sobre todo no necesito tus sonrisas mañaneras y mucho menos necesito tus besos.
Ya no te necesito para sentirme segura.

Porque como tú me has enseñado, ahora me quiero más a mí que a cualquier capullo sin reparos.

sábado, 18 de abril de 2015

Géminis

Dicen que las personas cambian, que  los recuerdos que tengo son las migas del pasado, que sigues siendo la misma persona de antes, pero tal vez con un poquito menos de azúcar mezclado entre nuestras miradas.
Y me duele. Me duele mucho. Pero la próxima vez, porque créeme que la habrá, esto me habrá enseñado lo que necesitaba saber. Que la vida sigue, la gente cambia y los momentos no son eternos, se guardan en el desván de los recuerdos y se llenan de polvo.
Me ha enseñado que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una sola mano, y sobre todo me ha enseñado el verdadero significado de la palabra decepción.
Y yo desde aquí te deseo suerte, aunque puede que no la necesites.

Mi patetica declaracion de amor

Soy la suicida que antes de tirarme al vació, prefiere arriesgarlo todo, y ver si por una vez la vida la sorprende, pero por ahora no he tenido suerte. 
 
Y ahora estoy aquí, sin saber como decirte que me iría contigo hasta el fin del mundo, que solo hace falta que me digas ven y yo por ti lo dejo todo. 

Me tiemblas las manos, pero aún así decido escribirte. 

Querido tú; 
Me siento en el kilómetro cero de mi vida, y sinceramente no se que carretera coger, la recta sin mirar atrás, lo que supone distanciarme de ti hasta llegar a enamorare de él como lo hice contigo, la que por una parte de llama a gritos y por otra me da nauseas solo de pensarlo ; o coger la carretera con curvas en la que estas tú, que aunque se que no me va a llevar a nada más que lloros y disgustos, es la única carretera con la que soy capaz de marearme. 
Y ahora es a mi a la que le toca elegir que carretera quiere coger, la que me va a hacer daño a mi y a él, o la que solamente me va a hacer daño a  mi misma. 

Y aquí estoy escribiéndote esta ridícula carta, porque si te tengo que decir esto a la cara no me dejarías pensar , solo con  tu mirada sincera y tu bonita sonrisa me dirías que me tirara de cabeza a marearme en las curvas de tu vida.
Porque total, vivimos para jugar y si hace falta para perder.